Que lo diga el mismo Romeo Santos: «Este año ha sido extraño. Indiscutiblemente lo más dañino ha sido este virus que nos obligó a ver la vida desde otra perspectiva. El Covid se llevó amigos, familiares y aún sigue enfermando un sinnúmero de personas. Ha perturbado nuestra paz mental, y en algunos casos, ha acabado con nuestra fuerza física».
Sin embargo, él tiene una buena noticia: es padre de nuevo, por tercera vez.
Para anunciarlo, primero, hace el preámbulo situacional: «¿Cómo obviar también las tristes tragedias que presenciamos y la forma penosa que perdimos atletas y celebridades que idolatramos?».
Luego agrega: «Yo guardo luto por la pérdida de mi estilista Laurean Ossorio, el gran músico José Antonio Jáquez, mejor conocido como “Billy” y mi hermano, el ingeniero Gerry. Sin embargo, también me llegaron bendiciones#».
Ahí vino la gran nueva: «Ya ustedes conocen mi manejo en el ámbito personal, pero hay felicidades íntimas que me gusta compartir con los que me aman y me aprecian. #3 #BabySolano. Desde lo más profundo de mi corazón, les deseo un feliz año nuevo lleno de salud, positivismo y prosperidad».
Sorpresivo. Así es el gran Romeo, padre por tercera vez, para despedir un año 2020 de miradas cruzadas.
+ Su tercer hijo
Aunque su pareja de hace más de una década, Francelis, nombre que se ha ventilado en las redes, sigue de cierto modo en el anonimato, ha sido la musa madre de su realidad sentimental.
Romeo ha presentado con discreción sus dos hijos anteriores. Su primer hijo es Alex Damián, el cual procreó cuando tenía 17 años con la novia de entonces. Ya es mayor de edad para las leyes dominicanas. Tiene 19 años. Fue el primogénito de Romeo.
Con Francelis procreó a Valentino, hace aproximadamente año y medio. Él lo anunció con la portada del disco «Utopía».
El intérprete de “Sobredosis” se ha ocupado de mantener la vida de sus hijos alejados de los medios de comunicación.
“El chico de las poesías”, de 39 años, ha dicho que procura no ser un papá “muy tradicional”, de esos que no inspiran confianza y emanan temor o rigidez.
“Como padre trato de tener una relación con mi hijo. Yo soy el amigo, el pana de mi hijo, así es que nos tratamos. Hay mucho respeto, compartimos, jugamos baloncesto”, comentó el intérprete de “Imitadora” en entrevistas anteriores. Mientras que a su padre lo describe como su “Héroe favorito”.
El rock dominicano se resiste a desaparecer. Al menos Ephoro está dispuesta a echar la batalla por el ritmo.
La banda presentará este martes su segundo video y tema titulado “Por temor”.
El videoclip fue rodado en la ciudad de Santo Domingo, en la que participamos todos los miembros de la agrupación y como actor Irving Rosario.
La dirección del video, nueva vez, fue llevada a cabo por No Mercy Studios.
La grabación, mezcla y masterización del sencillo fue realizado por Ariel Sanchez.
A Ephoro lo conforman Francisco Bojos (vocalista), Alejandro Espinala (guitarra / coros), Nicole Almonte (bajista) y Elías Valdez (batería).
“Por temor” está disponible en las diferentes plataformas digitales de música como Spotify, Amazon Music o Youtube.
Las Águilas Cibaeñas se repusieron de un déficit de 0-2 en la serie semifinal B al conseguir este lunes el triunfo 3 carreras por 1 sobre los Toros del Este con buen pitcheo de Yoanner Negrín, en el choque que tuvo como escenario el Estadio Cibao.
Al ganar los cibaeños la ronda de playoff se pone 1-2, aún en ventaja los Toros, la cual está pautada al mejor de un 7-4, en el Campeonato 2020-21 de Béisbol Profesional Otoño Invernal dedicado in memoriam a Don José Manuel Fernández y por la Copa BHD-León.
Las cuyayas marcaron la diferencia en el primer inning para encaminar su dominio en todo el trayecto del partido al fabricar tres carreras que fueron impulsadas por Melky Cabrera, Rangel Ravelo y Robel García, contra los envíos del lanzador abridor taurino, Jenrry Mejía.
Cabrera pegó un doblete por el jardín central que llevó al plato a Luis Liberato, quien se había embasado por sencillo al left field; Ravelo empujó a Cabrera con un imparable por el bosque izquierdo; y García bateó un imparable al center que hizo anotar a Ravelo.
Los romanenses anotaron en el octavo acto, que puso el juego 3-1, con el doble de Yasiel Puig entre los jardines izquierdo y central ante el relevista aguilucho Richard Rodríguez, que condujo a la goma a Yamaico Navarro (hit al CF).
El abridor de las Águilas, el cubano Yoanner Negrín (1-0) logró la victoria en una salida dominante de apenas un hit permitido en 6.0 episodios en blanco, se pudo recuperar de un descontrol en el que otorgó cuatro base por bolas y ponchó a seis adversarios.
Negrín tuvo el respaldo de tres relevistas: Michael Tonkin con 1.0 entrada lanzada, un boleto y un abanicado; Richard Rodríguez tiró 1.0 inning, dos hits, una carrera limpia con dos ponchados, y Gregory Soto logró el salvamento, su primero, al trabajar el noveno, un hit y dos ponchetes.
Mejía (0-1) se quedó con la derrota en una labor de 3.0 entradas, cuatro hits, tres carreras limpias y dos ponches.
A la ofensiva aguilucha, que ligaron cinco hits, sobresalieron García son dos, y con uno quedaron Cabrera, Ravelo y Liberato.
Por los Toros conectaron de hits (4) Abraham Almonte, Yamaico Navarro, Yermín Mercedes y Yasiel Puig, quien bateó un doble y remolcó una vuelta.
Luis Segura culminó la entrega de su última producción denominada “El Papá de la Bachata, Su Legado”, con el lanzamiento del cuarto volumen de este álbum de colección, en el que incluye diez nuevos dúos, entre ellos uno con Romeo Santos.
El cuarto volumen también incluye composiciones de Luis Segura grabadas junto a los cantantes Zacarías Ferreiras, Elvis Martínez, Wasson Brazobán, Alex Bueno, Yiyo Sarante, Alexandra, El Prodigio y Secreto.
La producción total compila en cuatro discos 40 de sus éxitos que han sido grabados a dúo con igual número de artistas dominicanos y de otros países, quienes se han sumado al homenaje que rinde el legendario cantante y músico dominicano al género del cual es pionero.
La producción musical del álbum legado estuvo a cargo de Edward Segura, hijo menor del cantante, quien ha desempeñado un papel de trascendencia en la carrera de su padre durante más de 30 años.
En el nuevo y cuarto volumen, el hijo de Luis y productor musical interpreta junto al Papá de la Bachata el tema “Una Copa Más”.
La totalidad de los temas fueron masterizados por el destacado ingeniero de sonido y productor argentino Andrés Mayo, ganador de premios internacionales, incluidos varios Grammys, quien junto a Edward Segura le imprimen una altísima calidad internacional a este álbum de colección.
El compendio musical ha sido extraído de la amplia producción de más de 500 composiciones grabadas por el Papá de la bachata durante más de 56 años de actividad artística ininterrumpida dedicados exclusivamente al género bachata, el cual debe a este cantante y compositor gran parte de su vigencia.
MÁS CERCA
Recorrido.
Los cuatro volúmenes abarcan temas de Luis Segura que han sido éxitos, compuestos entre los años 1964 y 2014.
Era un cálido miércoles de verano, se acercaba el día de las elecciones y el presidente Donald Trump estaba más enojado que nunca por la incesante atención que se le prestaba a la pandemia del coronavirus.
“¡Ustedes me están matando! ¡Todo esto lo está haciendo! Tenemos todos los malditos casos”, le gritó Trump a Jared Kushner, su yerno y asesor sénior, durante una reunión de altos colaboradores en el Despacho Oval el 19 de agosto. “Quiero hacer lo que hace México. No les hacen pruebas sino hasta que llegan a urgencias y están vomitando”.
La estrategia de México para combatir el coronavirus en realidad no era la que Estados Unidos debía emular. Pero, desde hacía mucho tiempo, el mandatario no veía las pruebas como algo indispensable para rastrear y contener la pandemia, sino como un mecanismo para ponerlo en aprietos, ya que hacían que aumentara el número de casos confirmados.
Y ese día, estaba especialmente furioso después de que Francis S. Collins, director de los Institutos Nacionales de Salud, le informó que pasarían varios días antes de que el gobierno pudiera dar una autorización como tratamiento de emergencia al uso del plasma de personas convalecientes, algo que Trump estaba ansioso por presentar como una victoria personal en la Convención Nacional Republicana de la semana siguiente.
“¡Son los demócratas! ¡Ellos están en mi contra!”, afirmó, convencido de que los médicos y científicos principales del gobierno estaban conspirando para debilitarlo. “¡Quieren esperar!”.
Durante todo el verano y el otoño, en medio de la campaña para su reelección —que luego perdería—, frente a cada vez más pruebas sobre la existencia de un aumento de contagios y cuando la cantidad de decesos era mucho peor que en la primavera, su manejo de la crisis —vacilante, poco científico e influido por la política durante todo el año— en efecto se reducía a una sola pregunta: ¿qué significaría para él?
Según entrevistas con más de dos docenas de exfuncionarios y funcionarios actuales del gobierno y otras personas en contacto con la Casa Blanca, esta situación dio como resultado un fracaso doble. Trump no solo terminó contundentemente derrotado por Joe Biden, sino que perdió su oportunidad de demostrar que podía estar a la altura de las circunstancias en el último capítulo de su presidencia y cumplir con el desafío decisivo de su mandato.
Fueron en vano los intentos de sus colaboradores para convencerlo de que fomentara el uso del cubrebocas como una de las maneras más sencillas y eficaces para contener la propagación de la enfermedad porque estaba convencido de que su base política se rebelaría contra cualquier cosa que pareciera que restringía su libertad personal. Ni siquiera pudieron persuadirlo los datos de las encuestas de su propia campaña que afirmaban lo contrario.
Su exigencia explícita de tener una vacuna antes del día de las elecciones —una presión que llegó a un punto crítico a fines de septiembre en una polémica reunión con sus altos colaboradores en el área de la salud en el Despacho Oval— fue una decisión equivocada cuando más bien debió advertirle al país que el hecho de no respetar el distanciamiento social y otros esfuerzos de mitigación contribuiría a que este invierno se produjera una catástrofe de lenta propagación.
¿Cuál era su preocupación? Que el hombre al que llamaba Joe “el dormilón” Biden, quien lo estaba superando en las encuestas, se llevara el crédito por la vacuna y no él.
En agosto, los especialistas en salud pública del gobierno fueron acallados por la llegada de Scott W. Atlas, el profesor de Neuroradiología de la Universidad de Stanford que reclutaron después de sus presentaciones en Fox News.
Junto con Deborah L. Birx, coordinadora del equipo de trabajo de la Casa Blanca para combatir el coronavirus, quien perdía influencia y casi siempre estaba de gira, Atlas se convirtió en el único médico que Trump escuchaba. Sus teorías, algunas de las cuales, según los científicos, rayaban en lo descabellado, era justo lo que el presidente quería oír: el virus es algo exagerado, la cifra de fallecimientos está inflada, la realización de pruebas está sobrevalorada, los confinamientos son más perjudiciales que benéficos.
A medida que era más grande la brecha entre la política y la ciencia, se intensificaban las luchas internas que desde el principio Trump había permitido que afectaran la respuesta del gobierno. Las amenazas de despidos empeoraron el vacío de liderazgo, pues las figuras clave se desgastaron en peleas internas y se deslindaron de la responsabilidad.
El gobierno tuvo algunas cosas buenas a su favor. El programa para el desarrollo de vacunas de Trump, la Operación de Máxima Velocidad, había ayudado a impulsar un avance increíblemente rápido de la industria farmacéutica en el desarrollo de varios modelos prometedores. Para finales del año, se aprobarían dos vacunas muy eficaces para su uso de emergencia, lo que ofrecería una esperanza en el año 2021.
La Casa Blanca rechazó cualquier insinuación de que la respuesta del mandatario hubiera sido insuficiente y señaló que Trump se había esforzado en ofrecer la realización adecuada de pruebas, el equipo de protección y la capacidad hospitalaria, y que el programa de desarrollo de vacunas había tenido éxito en un tiempo récord.
“El presidente Trump ha encabezado la movilización más grande de los sectores público y privado desde la Segunda Guerra Mundial para vencer al coronavirus y salvar vidas”, afirmó Brian Morgenstern, vocero de la Casa Blanca.
Sin embargo, la falta de disposición de Trump para dejar de lado su egocentrismo político cuando todos los días estaban muriendo miles de estadounidenses o para adoptar las medidas necesarias a fin de enfrentar la crisis sigue desconcertando incluso a algunos funcionarios del gobierno. “Hacer que los cubrebocas fueran un asunto de guerra cultural fue lo más tonto que se podría imaginar”, señaló un antiguo asesor sénior.
Su propio encuentro con el COVID-19 a principios de octubre lo enfermó bastante y tuvo que recurrir a una atención médica y unos medicamentos que no estaban a disposición de la mayoría de los estadounidenses, entre ellos un tratamiento de anticuerpos monoclonales que todavía es experimental, y se dio cuenta de primera mano cómo afectó el virus a la Casa Blanca y a algunos de sus aliados cercanos.
Sin embargo, no vio esa experiencia como una oportunidad de aprendizaje o de empatía, sino como la ocasión de mostrarse como un superhombre que había vencido la enfermedad.
Semanas después de su recuperación, seguía quejándose acerca de la atención que el país le prestaba a la pandemia.
“Todo lo que oímos es COVID, COVID, COVID, COVID, COVID, COVID, COVID, COVID, COVID, COVID, COVID,” comentó Trump en un acto de campaña en el que pronunció once veces esa palabra.
Al final, no pudo librarse de ella.
‘Las bases se rebelarán’
Para fines de julio, los nuevos casos alcanzaban su nivel más alto y chocaban con el pronóstico que había hecho Trump en la primavera de que estaría bajo control, además, los decesos estaban aumentando a niveles alarmantes. Herman Cain, candidato republicano a la presidencia en 2012, murió de COVID-19. El mes anterior había asistido sin cubrebocas a un mitin de Trump.
Como la pandemia era lo que definía la campaña a pesar de los esfuerzos de Trump de que se enfocara en la ley y el orden, a la mitad del verano, Tony Fabrizio, el encuestador principal del mandatario, fue a una reunión en el Despacho Oval dispuesto a presentar un argumento sorprendente: que incluso los partidarios de Trump estaban de acuerdo con el uso de los cubrebocas.
Distribuidos frente al escritorio Resolute, los asesores de Trump escuchaban mientras Fabrizio presentaba las cifras. De acuerdo con su investigación, parte de la cual fue publicada por The Washington Post, los electores creían que la pandemia iba mal y que estaba empeorando, estaban más preocupados por no enfermarse que por el efecto del virus en su situación financiera personal, el nivel de aprobación del presidente en el manejo de la pandemia había llegado a nuevos niveles mínimos y un poco más de la mitad del país no creía que estuviera tomando la situación con la seriedad necesaria.
Pero lo que inició el debate ese día fue el hallazgo de Fabrizio de que más del 70 por ciento de los electores en los estados en los que se desarrollaba la campaña, incluyendo una mayoría de republicanos, apoyaban el uso obligatorio del cubrebocas en lugares públicos, por lo menos en lugares cerrados.
Kushner, quien, junto con Hope Hicks, otra importante asesora, durante meses había tratado de convencer a Trump de que las mascarillas podrían mostrarse como la clave para volver a tener la libertad de ir a un restaurante o a un evento deportivo sin correr riesgos, afirmó que adoptar el uso de cubrebocas era algo que no representaba ningún problema.
No obstante, Mark Meadows, el jefe de gabinete de la Casa Blanca —respaldado por otros colaboradores, entre ellos Stephen Miller— señaló que esa política sería catastrófica para Trump.
“Las bases se rebelarán”, afirmó Meadows, y añadió que no estaba seguro de que, en cualquier caso, Trump la pudiera aplicar legalmente.
Eso era todo lo que el presidente necesitaba oír. “No ordenaré el uso obligatorio de cubrebocas”, concluyó.
Trump nunca aceptó la idea de que era el responsable de poner el ejemplo, y mucho menos de que su papel como líder podía requerir que reconociera de manera pública crudas realidades sobre el virus, o al menos que dejara de insistir en que realmente no estaban aumentando los contagios, sino que se estaban haciendo demasiadas pruebas.
Este otoño, Alex Azar, secretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos, le mostró al presidente un estudio realizado en Japón que documentaba la eficacia de los cubrebocas y le dijo: “Tenemos la prueba. Los cubrebocas funcionan”. Pero el mandatario opuso resistencia, reprendió a Kushner por promoverlos y volvió a culpar de sus problemas al hecho de que se hicieran demasiadas pruebas (un área que Kushner había estado ayudando a supervisar).
Divisiones y desacuerdos
Desde los primeros días de la pandemia, se tomó la decisión de gestionar la respuesta del gobierno fuera del Ala Oeste. La idea era romper las barreras entre los organismos disímiles, reunir la experiencia y los conocimientos en salud pública y fomentar una toma de decisiones rápida y coordinada.
Eso no resultó de esa manera y, para el otoño, las consecuencias eran evidentes.
Trump siempre había tolerado, si no es que alentado, los enfrentamientos entre sus subordinados, una tendencia que en este caso solo generaba una parálisis política, confusión acerca de quién estaba a cargo y la ausencia de un mensaje claro y congruente sobre cómo reducir los riesgos de la pandemia.
Otra característica de Trump es mantener el poder de toma de decisiones cerca de él pero, en este caso, también aumentó el sinfín de opciones a las que se enfrentaba el gobierno a nivel presidencial, lo que empantanaba el proceso en luchas internas, aumentaba los riesgos políticos y alentaba a los colaboradores a contender para ganar el favor del mandatario.
En ocasiones, el resultado fue el fracaso de todo el sistema, lo que llegó mucho más allá del presidente.
La relación entre Azar y Stephen M. Hahn, el comisionado de la Administración de Alimentos y Medicamentos, se hacía cada vez más tensa; para principios de noviembre, ya solo se comunicaban por mensajes de texto y en las reuniones.
Birx había perdido la influencia de la que gozaba al inicio de la crisis y estuvo de gira gran parte del verano y del otoño para asesorar a los gobernadores y a las autoridades estatales de salud.
Meadows estaba en desacuerdo con casi todos al tratar de imponerles la voluntad del presidente a los científicos y a los profesionales en salud pública.
Algunos de los médicos del equipo de trabajo, entre ellos Anthony Fauci y Robert R. Redfield, no querían presentarse en persona en la Casa Blanca por su preocupación de que el rechazo al uso de cubrebocas y al distanciamiento social ahí representara un riesgo de contagio para ellos.
El vicepresidente Mike Pence fue nombrado para encargarse del equipo de trabajo, pero tenía tanto cuidado de no entrar en conflicto con Trump mientras buscaban la reelección, que casi se volvió invisible, al menos en público.
Los debates dentro de la Casa Blanca giraban cada vez más en torno a Atlas, quien no tenía una formación formal en enfermedades infecciosas pero cuyas opiniones —que Trump vio en Fox News— concordaban con la convicción del mandatario de que la crisis se había exagerado.
Azar había dejado de tomar decisiones fundamentales desde febrero, cuando Pence se hizo cargo del equipo de trabajo. Azar se quejaba con sus compañeros de que el personal de Pence y los miembros del equipo de trabajo no lo tomaban en cuenta para darles órdenes a sus propios subordinados.
Sin estar seguro de su situación laboral, Azar encontró una oportunidad que le brindó una especie de rescate y, durante el verano y el otoño, concentró su atención en la Operación de Máxima Velocidad, la iniciativa del gobierno para impulsar el rápido desarrollo de una vacuna, lo que le valió elogios a Trump y le dio crédito por casi cualquier avance.
Si hubo algún ganador burocrático en este encuentro de lucha libre en el Ala Oeste, ese fue Atlas.
Atlas le dijo a Trump que la manera correcta de evaluar lo que hacía el virus era ver la cantidad de “muertes adicionales” a las que se hubieran esperado sin la pandemia.
Trump adoptó esa idea y con frecuencia les decía a sus colaboradores que la cifra real de muertos no rebasaba las 10.000 personas.
Hasta este jueves, habían fallecido 342,577 estadounidenses como resultado de la pandemia.
La Teoría Boschista, enarbolada por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) como su guía de acción para dirigir el país, fracasó. Su rescate como plantea la dirigencia se advierte inviable en estas circunstancias.
En casi medio siglo de fundación y dos décadas en el gobierno, los principios básicos del mentor y líder histórico de esa organización, Juan Bosch, fueron secuestrados por una pequeña burguesía intelectual que los desvió de su objetivo para su provecho personal.
Ahora que el PLD entra en un complejo proceso de renovación y cambio, luego de ser sorprendido por su más impactante división interna y exorbitante derrota en las tres elecciones del recién pasado año, el pueblo dominicano podría interpretar como demagógico que su diezmada dirección abrace de nuevo esta filosofía política.
Pocos dominicanos recuerdan ya la esencia y bondades del “Boschismo” vendido como arma teórica para completar la obra patriótica que iniciaron Juan Pablo Duarte y los Trinitarios. O para lograr una patria independiente, en la que imperaran la justicia social y el respeto a la dignidad humana.
Tampoco las nuevas generaciones entienden que el PLD traicionara su objetivo de constituirse en una alternativa a las prácticas individualistas, populistas y conservadoras que imperaban en el país. Con características tan originales que el propio Bosch llegó a calificarlo como un “partido único en América Latina”.
La dirigencia alta y media echó también por la borda principios básicos, que formaban parte de la “biblia” de los peledeístas: “El PLD es abanderado y portavoz de los intereses generales de los ciudadanos que aspiran a una sociedad basada en los valores de libertad, tolerancia, justicia y progreso. No debe, en modo alguno, representar intereses particulares o grupales que entren en contradicción con el proyecto colectivo”, se lee en su declaración de principios.
La odisea de Bosch
Cuando el expresidente Bosch renunció de manera abrupta el 23 de noviembre de 1973 a su condición de líder máximo del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), que había fundado en Cuba en 1939, solo fue seguido por un puñado de dirigentes leales de la llamada Comisión Permanente del partido blanco. El país político se estremeció incrédulo.
“El Profesor”, por antonomasia, expuso débiles argumentos, poco convincentes para iniciar esa nueva odisea en ese momento. Expresó que el PRD había cumplido su papel histórico en la política nacional y que se estaba profundizando la lucha de clase bajo la forma de ataques de lo viejo contra los partidarios de lo nuevo que él representaba.
Entonces Bosch fundó el PLD el 15 de diciembre de 1973 en el discreto Congreso Constitutivo Juan Pablo Duarte, con el lema: “Servir al partido para servir al país”. Estableció que el PLD se propondría terminar la obra de liberación que empezó el Padre de la Patria, lo cual consideró no sería fácil, al pronunciar el discurso con los fundamentos doctrinarios.
Confiado de que los buenos perredeístas se sumarían a su causa, Bosch conformó un partido de cuadros estructurado por organismos, donde se imponía como un sacerdocio la formación política, el aporte a las finanzas y una férrea disciplina. Pero todo se fue erosionando desde los años 90 cuando los grupos pequeños burgueses advirtieron las exiguas fuerzas del líder.
Bosch fue derrotado como candidato presidencial del PLD, en todos los procesos electorales en que participó desde 1978 hasta 1994. La organización triunfó por primera vez en 1996 con Leonel Fernández como candidato y volvió a ser derrotado en las elecciones del 2000 llevando a Danilo Medina en la boleta.
La época de oro de los peledeístas, cuando ya nadie hablaba del boschismo, iniciaría realmente en 2004. En las elecciones de ese año el PLD volvió a triunfar con Fernández como candidato presidencial, quien se reeligió en los comicios de 2008. El disfrute de las mieles del poder continuó en 2012 con el triunfo de Medina, quien se reeligió en las elecciones de 2016.
La más devastadora derrota del PLD se produjo el año pasado con la candidatura presidencial del empresario Gonzalo Castillo. Pero previamente se había producido además su más lacerante división, cuando en octubre de 2019 renunció su presidente y uno de sus dos principales líderes, el expresidente Fernández, para fundar el partido Fuerza del Pueblo.
Teoría Boschista
El PLD había adoptado de manera oficial el Boschismo como su teoría de acción en noviembre de 1987, inspirado en un conjunto general y particular de principios, análisis, interpretaciones de acontecimientos históricos, tesis sociales, métodos y lineamientos organizativos del profesor Juan Bosch, en los que plantea una transformación de la sociedad dominicana.
Sus seguidores consideraron que este conjunto de principios ha constituido el fundamento teórico que les había permitido conocer e interpretar cabalmente la sociedad en sus características propias de desarrollo de capitalismo tardío, dependiente, deformado y parte integrante del tercer mundo.
Para su aprobación primero se propuso en el Comité Político, en aquel entonces con 5 votos contra 4. Luego en el Comité Central, con 19 votos a favor y 15 en contra, y al final mediante un plebiscito celebrado en las bases, que la aprobó con un 91.67% de los estamentos que conformaban en esa época el PLD.
Esta teoría se manifiesta en esencia contra todo lo que pueda representar el oscurantismo, caudillismo, dogmatismo, populismo, oportunismo e improvisación. O lo que es lo mismo, una negación a la nueva realidad impuesta en las estructuras del PLD en las últimas décadas, mucho antes de la muerte de Bosch el 1 de noviembre de 2001.
Las obras que dan origen a la “Teoría Boschista” se manifiestan desde La Mañosa, siguiendo con Composición Social Dominicana, Breve Historia de la Oligarquía, Clases Sociales en la República Dominicana, La Pequeña Burguesía en la Historia de la República Dominicana y Trujillo, Causas de una Tiranía sin Ejemplo.
Otras obras que sustentan las tesis de Bosch son La Guerra de Restauración, Dictadura con Respaldo Popular, Crisis de la Democracia de América en República Dominicana, El Estado: Orígenes y Desarrollo, El Partido: Concepción, Organización y Desarrollo.
Todas se constituyeron en lectura obligatoria de los peledeístas en la época romántica, al igual que los textos marxistas, ya que eran consideradas como recetas fundamentales para conocer las características de la sociedad dominicana y las causas que han generado el subdesarrollo. También ofrecían las formas de salir de este estado de cosas y lograr un verdadero país libre e independiente. Todo fue echado por la borda y el barco se encuentra en medio de una tempestad difícil de vadear.
Análisis noticioso
CONGRESO
Situación delicada PLD
El PLD está celebrando su IX Congreso José Joaquín Bidó Medina, donde se ha trazado como objetivo principal una profunda renovación de sus cuadros directivos a nivel nacional, una tarea sumamente compleja y difícil, ante la resistencia de poderosos personeros que lograron desde el poder un control absoluto de las estructuras partidarias y no estarían dispuestos a ceder sus posiciones a jóvenes que comienzan a incursionar en política, cuando muchas barbas comienzan a arder en los tribunales.
Requisitos para ser miembro.
Entre los requisitos fundamentales para ser miembro del partido estaban aceptar y defender la teoría, los principios, los objetivos estratégicos y tácticos del partido, y cumplir y defender los estatutos. También estudiar, someter su vida a normas de honestidad pública y privada. Contribuir económicamente con el partido y recaudar finanzas entre los amigos y simpatizantes de la organización.
A raíz de la crisis sanitaria por la que está atravesando el país, donde en 24 horas se han registrado 366 casos positivos al COVID-19, muchos niños se quedarán sin sus acostumbrados juguetes para celebrar el día de los Reyes Magos.
Gaspar, Melchor y Baltazar, tres reyes que viajaron guiados por una estrella para llevar regalos al nino Jesús, es la razón por la que tradicionalmente las familias dominicanas compran juguetes para agradar a los niños.
El 6 de enero es el día conmemorativo pero por disposición de las autoridades dominicanas se pasó para el lunes 4 de enero.
Belkis Santana, a quien llaman España, lleva 20 años vendiendo juguetes en la avenida San Vicente de Paul, y dijo que este año no ha podido vender ni la cuarta parte de su mercancía.
“Este año ha sido el peor, ya a las 12 del día vienen los policías para que cerremos las carpas”, explicó España.
Mientras que Maria Silverio, quien inicia este año con las ventas de juguetes, dijo estar satisfecha, aunque entiende que por la pandemia, la presencia de los compradores sería menor.
“La gente está viniendo a comprar, vienen con sus mascarillas y aquí le ponemos gel anti bacterial”, dijo la vendedora.
Andrés Ramírez, dijo que en comparación con el año pasado las ventas han disminuido.
“El año pasado había un mayor flujo de personas, las ventas estaban mejor, la gente le tiene miedo al COVID”, expresó Andrés.
Aunque Reimy Moya, propietario de una de las carpas donde venden juguetes en la avenida San Vicente de Paul, explicó que los padres acuden a comprar a su negocio aún sin dinero.
«La gente está que se lo lleva hasta fiao'», indicó Reimy.
Peter O’brien conectó dos cuadrangulares e impulsó seis de las nueve carreras de los Toros para picar delante en el inicio del playoffs del torneo de béisbol otoño invernal de la República Dominicana, en la que limitaron q los duros de casa solo una carrera.
Además del bateo taurino, el pitcheo fue determinante porque limitó la ofensiva de las Águilas a solo tres imparables ,uno de ellos cuadrangular.
Por los Toros, además de Peter O’brien que se embazó en sus cuatro turnos con los dos cuadrangulares, doble y boleto, también sobresalieron Yermin Mercedes de 4-2 con dos dobles una empujada y una anotada; Jaimer Candelario también de 4-2 con dos anotadas; mientras Miguel Andújar, Yamaico Navarro, Jorge Mateo y Alen Hanson dieron un imparable cada uno.
Por las Águilas que sólo embazaron seis jugadores con cuadrangular de Melky Cabrera, imparables de Ramón Torres y Diego Goris y Luís Liberato se embazó por error y otros dos con boleto gratis.
El partido se vio retrasado porque una de las torres del jardín derecho se apagó en el quinto episodio cuando eran las 7:33 de la noche, posteriormente y casi 20 minutos después dos torres más se apagaron, el juego se reanudó a más 8:07 de la noche, provocando la salida de Marcos Diplan quien lanzaba por Águilas Cibaeñas y en su lugar entró Lisalverto Bonilla, también el lanzador abridor de los Toros, Paolo Espino salió por dicho retraso.
Pitcheo abridor
Paolo Espino lanzó cuatro solidas entradas en las que ponchó a cinco y permitió un imparable y fue el cuadrangular de Melky Cabrera, mientras por Águilas subieron al montículo David Kubiak quien lanzó 2.1 entradas, permitiendo cinco carreras, con cinco hits, entre esos dos dobles y un cuadrangular.
Jhan Mariñez se acreditó la victoria. Mariñez entró en sustitución de Espino en el cuarto y lanzó dos sólidas entradas, el pitcheo taurino utilizó cinco lanzadores, por los dueños de casa subieron al montículo siete lanzadores. La derrota fue para Kubiak .
Cómo anotaron
En el mismo primer episodio y después de dos out Melky Cabrera conectó cuadrangular por el jardín derecho.
En la apertura del segundo episodio Peter O’Brien abrió con boleto, fue empujado por doble de Yermin Mercedes y este anotó por otro largo doble de Jorge Mateo, quien luego de robarse la tercera base, anotó luego de un rodado de Miguel Andújar, colocando el marcador en esa notada 3-1.
En la apertura del tercer episodio con Jaimer Candelario a bordo que se embazó por imparable al central, Peter O’Brien conectó cuadrangular por el jardín derecho colocando el partido 5-1, este cuadrangular provocó la salida del lanzador David Kibiak.
La sexta vuelta taurina llegó en el quinto y luego de bases por bolas a Yasiel Puig, quien llegó a segunda por lanzamiento desviado y a tercera por rodado al campo corto y empujado por imparable de Peter O’brien.
El séptimo luego de bases por bolas a Yamaico Navarro e imparable de Jaimer Candelario, Peter O’brien conectó cuadrangular por el jardín izquierdo colocando el marcador 9-1.
Aunque sin fecha cerrada para sus lanzamientos, 2021 será el año de los esperados regresos de Adele y de Rihanna después de cinco años tras sus últimos trabajos discográficos. En enero llega ‘Certified Lover Boy’, el sexto álbum de estudio de Drake, uno de los artistas más exitosos de la última década.
Tras un largo descanso, la británica Adele está de vuelta a la escena musical, y aunque a principios de 2020 la propia artista anunció que su cuarto álbum se publicaría en septiembre, el lanzamiento se ha retrasado hasta 2021, convirtiéndolo sin duda en uno de los trabajos más esperados del nuevo año, ya que han pasado más de cinco desde ‘25’, el último disco publicado por la londinense.
Su participación como anfitriona del célebre programa televisivo estadounidense ‘Saturday Night Live’, a finales de octubre, hacía presagiar el lanzamiento de su disco, pero Adele explicó en su monólogo que el “álbum no está terminado”, y posteriormente pidió paciencia en sus redes sociales hasta el nuevo año.
El regreso de la ganadora de 15 premios Grammy y un Óscar no es el único que levanta expectación: Rihanna, otra de las grandes divas del pop de los últimos años, lanzará próximamente su noveno álbum, después de cinco años tras la publicación de su disco ‘Anti’, a comienzos de 2016.
Aunque tampoco hay fecha definitiva para su publicación, ni se conoce el título de su próximo trabajo, Rihanna sí ha confesado que lleva meses trabajando “a destajo” en su noveno álbum.
“No quiero que mis discos se entiendan como si fueran temáticos. No hay reglas. No hay formato. Simplemente es buena música y cuando me emocione, lo lanzaré”, decía en una entrevista con la edición británica de la revista Vogue.
En esa línea, Billie Eilish, la gran revelación musical de los últimos tiempos y gran ganadora de la última edición de los premios Grammy, en la que fue la artista más joven en estar nominada en las cuatro categorías principales y se los llevó todos, además de otro al mejor álbum pop vocal , ha estado preparando su segundo álbum después del éxito de ‘When we all fall asleep, where do we go?’.
Lo ha hecho con su hermano, Finneas O’Connell, como productor, quien ha anunciado que el segundo disco de Billie Eilish no se publicará hasta que no se haya superado la pandemia de Covid-19, dejando la puerta abierta a que sea en 2021 o más tarde.
En los últimos meses la artista ha lanzado los temas ‘No time to die’, para la banda sonora de próxima entrega de James Bond, ‘My future’ y ‘Therefore I am’.
EL NUEVO ÁLBUM DE LANA DEL REY.
Para lo que sí hay fecha es para el debut como directora de cine de la australiana Sia, creadora de la película musical ‘Music’ que, después de verse pospuesta por la pandemia, se estrenará en cines el próximo año, y el 12 de febrero se lanzará el álbum del mismo título, noveno de la carrera musical de la polifacética artista, cuyo último disco fue el navideño ‘Everyday is Christmas’ (2017).
El año comenzará con el lanzamiento de ‘Certified Lover Boy’, el nuevo trabajo del canadiense Drake, uno de los artistas de mayor éxito de la última década: desde su debut con ‘Thank me later’, en 2010, ha cosechado ventas millonarias de todos sus álbumes y tiene el récord de reproducciones en Spotify, plataforma en la que sumó más de 28.000 millones de ‘streamings’ hasta finales de 2019.
En ‘Certified Lover Boy’, sexto álbum de estudio del cantante canadiense, Drake incluirá temas como ‘Not Around’, que el artista presentó a través de las redes sociales, aunque aún no ha sido publicado, o el single ‘Laugh now cry later’, lanzado el pasado mes de agosto en colaboración con Lil Durk.
Después de meses de retraso durante todo 2020 debido a la pandemia, la artista Lana del Rey lanzará por fin el próximo mes de marzo su séptimo álbum de estudio, ‘Chemtrails Over The Country Club’, un disco precedido por el éxito del aplaudido ‘Norman Fucking Rockwell’ (2019) y que contará con canciones como ‘Let Me Love You Like a Woman’, primer anticipo del disco.
EL ÁLBUM ‘MEXICANO’ DE MON LAFERTE.
En febrero llegará ‘Medicine at Midnight’, décimo álbum de estudio de la banda estadounidense de rock Foo Fighters , cuyo primer sencillo es la canción ‘Shame Shame’, a la que acompañarán en el disco los temas ‘Making a fire’, ‘Cloudspotter’, ‘Waiting on a war’, ‘No son of mine’, ‘Holding poison’, ‘Chaising birds’ y ‘Love dies young’.
Por su parte, la banda The Killers, que el pasado agosto publicó su sexto álbum, ‘Imploding the Mirage’, anunció pocos días después estar trabajando en su séptimo trabajo que, según anunció el vocalista de la formación, Brandon Flowers, saldrá al mercado unos diez meses después que su último trabajo.
La chilena Mon Laferte prepara para 2021 su próximo trabajo discográfico, un álbum en el que se adentra en la música de México, país en el que reside desde hace más de una década.
“Después de tantos estoy presentando mi primer disco de folclore mexicano, el álbum viene en ese sentido, aunque no necesariamente todo con mariachi, también hay banda del norte y banda del sur, porque me llama mucho la atención, y muchos otros sonidos”, ha explicado la artista.
Como buen mexicano Armando Manzanero disfrutaba de toda la gastronomía dominicana, pero sin dejar, nunca, sus tortillas mexicanas. El afamado cantautor, fallecido la madrugada de ayer tras complicaciones con el Covid-19, estuvo visitando al país desde el año 1966, representado, en su gran mayoría, por el empresario artístico César Suárez, quien lo recuerda con especial cariño y guarda de él hermosos recuerdos.
“No importa en qué restaurant estuviéramos siempre hubo que buscarle esas tortillas mexicanas, pero también tuvo un buen gusto por la comida criolla, en especial por los desayunos del hotel Lina, en donde siempre iba a desayunar, en cada ocasión que visitó el país”, rememora.
Suárez presentó al artista mexicano en más de 20 ocasiones. Su relación iba más allá del negocio o la contratación artística. “Cada vez que iba México me invitaba a almorzar y tuvo para mí un trato afable y de caballero”.
Agregó: “Manzanero era una persona muy espiritual y muy tranquilo. No era bebedor como otros mexicanos. Durante sus visitas al país nunca gustó de las parrandas, las mujeres, las playas… él se mantenía en su habitación concentrado en su trabajo”.
Igual definición tiene del cantautor mexicano el empresario artístico Luis Medrano, quien recordó que su última presentación en República Dominicana, fue el 6 de julio de 2019 en Puerto Plata.
“Era un hombre romántico, dócil, suave, muy amable, muy tratable… Lamenté su muerte inmensamente, el mundo de la música pierde a una leyenda, a un ícono, por suerte nos deja un legado de melodías, de canciones muy hermosas y románticas”, expuso Medrano.
Inspiraba respeto
“También tenía su temperamento, pues cuando se molestaba se convertía en un hombre de siete pies. Fue una persona muy correcta que inspiraba mucho respeto dentro de su equipo. No puedo decir que tuve con él alguna contradicción, pero cuando se enfadaba se crecía”, recordó Suárez.
Quienes vivieron la experiencia de disfrutar sus conciertos, además de cautivar con sus composiciones que retratan lo más sublime del amor, conocieron a un Manzanero con un buen sentido del humor. Un hombre que contaba bellas historias a través de canciones como “Adoro”, “Somos novios” y “No sé tú”, “Inolvidable”, “El ciego”, “Esta tarde vi llover”, “Voy a apagar la luz” y “Contigo aprendí”, y muchos himnos más que permanecerán en los corazones de varias generaciones que Manzanero cautivó.
Homenaje de su presidente
Ayer durante su acostumbrada rueda de prensa, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, para dar a conocer la noticia del fallecimiento del compositor mexicano, aprovechó para contar una historia que lo definió como un hombre sensible: “Don Armando Manzanero, un gran compositor de lo mejor del país, además un hombre sensible también en lo social. No se me va a olvidar cuando en una entrevista declaró de que lo habían contratado para amenizar una boda de un político en un país Centroamericano, un país pobre y el que se casaba era un presidente, y todo era lujo y extravagancia en la fiesta, y él declaró de que lo habían contratado y tenía que cantar, pero que lo estaba haciendo contra de su voluntad porque consideraba que era algo humillante para el pueblo que tenía a ese presidente, el que se estuviese haciendo esa fiesta ostentosa de tanto lujo, que no sabía de qué se trataba, que creía que era una fiesta normal, entonces cuando leí esa entrevista percibí, como nunca, que Armando Manzanero era un hombre sensible un hombre del pueblo”.
Agregó: “Entonces por eso lamento mucho su fallecimiento, además un gran compositor, también representante de autores y de compositores de México. Les enviamos a sus familiares, a los amigos, a los artistas, a todos los cantautores nuestro pésame, nuestro abrazo por esta pérdida tan lamentable para el mundo artístico y para México. Y ya no quiero seguir con esta rueda de prensa, , nada más vamos a ponerlo, si lo tienen.. Pues es este y recordarlo siempre con cariño”, dijo el mandatario mexicano y terminó su conferencia con la canción “Adoro” del fallecido Manzanero.
RECONOCIMIENTOS
Sgacedom.
El año pasado la Sociedad General de Autores, Compositores y Editores de Música (Sgacedom) ridió homenaje con un reconocimiento..
El Senado.
En 2008 cuando vino a celebrar sus 50 años de carrera y el Senado de la República lo reconoció por su trayectoria musical.
Manzanero, conocido como el rey del romanticismo y presidente de la Sociedad de Autores y Compositores de México, falleció el lunes 28 de diciembre de 2020 por la covid-19 tras permanecer varios días intubado en un hospital en Ciudad de México. Tenía 85 años de edad.